viernes, julio 02, 2010

EDUCACIÓN SEXUAL: REBELIÓN

No hay que esperar a que, el curso que viene, el Gobierno imponga su visión de la sexualidad, a través de la vertiente educativa de la Ley del Aborto: desde hace años, los centros escolares (públicos y concertados) son el escenario de charlas y talleres en los que se pervierte la inocencia de los menores y se embota a los adolescentes.

Así lo denuncian los padres, los expertos, los profesores y hasta los propios alumnos.



«Mi hija estudiaba 2º de la ESO y en el colegio (concertado no católico) tuvo unas charlas de educación afectiva, por parte de Cruz Roja. Esos días, mi hija se iba entristeciendo, encerrando en sí misma, y un día rompió a llorar. Les habían hablado de sexualidad a lo bruto, y ella, en una pregunta sobre el amor, respondió que amor, sexo y matrimonio iban unidos. Pintaron un círculo en el suelo a su alrededor, y preguntaron si alguien más opinaba así (para que entrara en el círculo). Nadie respondió. Ella, encerrada en el círculo, aguantó la mofa de los monitores, que le informaron de que estaba equivocada. Hablé con el tutor, al que no habían permitido estar en clase durante las charlas; y se lo conté al director y a la Inspección Provincial: Son nuevos tiempos, me decían. Supe que estas charlas se habían realizado en casi todos los centros de la ciudad, incluso en los concertados católicos y en los diocesanos. Después, en el colegio, descubrí que el dossier que presentaron decía que el curso sería impartido por psicólogos, pero no era cierto: fueron chavales de 18 años que habían recibido un cursillito y algunas prácticas. En la última sesión, regalaron un condón a cada alumno, aunque mi hija no lo aceptó y se sintió orgullosa». La denuncia que ocupa este extenso primer párrafo lleva la firma de una madre de Castilla la Mancha y es el mejor ejemplo de que la Educación sexual que el Gobierno impondrá el curso que viene -según imponen los primeros capítulos de la Ley del Aborto- en todos los centros escolares es, desde hace tiempo, una realidad en nuestras aulas.

No sólo con las Guías oficiales

Tal como denuncian las asociaciones de padres y los equipos directivos de muchos centros, la Administración lleva años dando el visto bueno a este tipo de talleres. Más allá de las polémicas Guías y webs de recursos didácticos que promueven los Gobiernos autonómicos y el Ministerio de Igualdad, la corrupción de la inocencia se perpetra hoy entre los pupitres del colegio de sus hijos.

De amor no daba tiempo a hablar

El caso que encabeza estas líneas no es una anécdota. Los ejemplos sobreabundan y bastan los siguientes para hacerse una idea de a qué se enfrentan los menores españoles, privados de la vigilancia de sus padres e incluso de sus tutores escolares. El primer ejemplo ocurrió hace unas semanas en un instituto público de Madrid. Una profesora entró en el aula de 3º de la ESO (14-15 años) y los alumnos le comentaron: «Profe, hoy nos han hablado de sexo». Según relataron los menores, unos psicólogos «nos han hablado, con toda claridad, de lo que queríamos saber del sexo», durante unas charlas de educación afectivo-sexual. «¿Y os han hablado del amor y de los sentimientos?», pregunta la tutora. La respuesta es clara: «No profe, del amor y esas cosas ya nos han avisado que no daba tiempo a hablar». Los padres, por cierto, no habían sido informados.

Segundo caso, esta vez en un centro católico concertado: las representantes de una empresa de productos de higiene femenina, con el pretexto de hablar de la menstruación a los alumnos, aprovechan para promocionar la píldora post-coital, la masturbación y el uso del preservativo. Ni los padres habían sido avisados, ni la tutora estaba en el aula.

Homosexualidad en el recreo

Tercer caso, de nuevo en un pueblo madrileño: tras impartir unas charlas de sexualidad, unos jóvenes monitores (que el Ayuntamiento había enviado a un centro concertado) pusieron una mesa en el patio del colegio para que, durante el recreo, los menores cogiesen folletos editados por la Comunidad de Madrid y las asociaciones de gays Triángulo y Cogam. Folletos al alcance de todos los niños, que promovían el sexo anal, oral o vaginal y en los que se leían frases como Si eres mujer, no temas ser protagonista: lleva preservativos y acuerda un sexo más seguro. Los padres protestaron ante el centro, éste lo hizo ante el Ayuntamiento, y éste pidió disculpas porque eso no entraba en lo acordado. Ahora, la directora recomienda a todos los institutos y colegios que, cuando algún grupo llegue a impartir estos talleres, «aunque tenga respaldo oficial, la dirección revise todos los materiales, avise a los padres y tenga cuidado para saber lo que llega a los alumnos, porque si no, puedes salir escaldado. Una cosa es tratar la afectividad para que los niños salgan formados como personas, y otra repartir estos materiales nefastos».

Los padres, en pie de guerra

En el último caso, fueron los padres quienes dieron la voz de alarma. De hecho, la mayoría de las denuncias parten de las familias. Concapa, Cofapa, el Foro de la Familia, las APAS de cada centro y las asociaciones de objetores que nacieron para oponerse a Educación para la ciudadanía se presentan hoy como un agente educativo de primer orden, dispuesto a plantar cara a la perversión sexual que promueve la Administración. Talavera, xq te callas? es una de esas asociaciones quedenuncia, por boca de su Presidenta, doña María Jesús Aranda, cómo «algunos libros que edita la Junta de Castilla la Mancha recomiendan que, ante los problemas, los jóvenes acudan a amigos de confianza, instituciones locales o a los especialistas en juventud de la Junta, pero no aparece por ningún lado la figura de los padres». Además, critica que «los cursos de educación sexual se imparten sin informar a los padres, en horario de tutorías o saltándose el horario de otras asignaturas. Vamos, que mandas a tus hijos a aprender Mates o Filosofía, y aprovechan para enseñarles a ponerse un preservativo con la pata de la silla, o a usar juguetes eróticos».

Negarles el pensamiento

Ante esta promoción de la sexualidad, don Giovanni Alario, miembro de la Fundación Gift and Task y psicoterapeuta especializado en adolescentes, pone un poco de sensatez y explica que «los menores que por su momento evolutivo o sus procesos mentales recurren, por ejemplo, a la masturbación, no necesitan que se les promueva esta conducta, porque ya lo hacen solitos y en su intimidad. Pero los que viven la sexualidad como parte natural de su desarrollo, sin mucho peso, están siendo dirigidos a darle excesiva importancia. En los chicos y chicas que tienden a la impulsividad, no sólo se les niega la posibilidad de pensar y de abrir un espacio de reflexión sobre su mundo interior (la meta de cualquier educación), sino que este tipo de promociones les incita a no pensar, traduciendo en acción todo lo que difícilmente pueden poner en palabras. Si hasta entonces el refugio era la Play Station, ahora será la sexualidad».

Lo que usted no haga en casa...

Sin embargo, lo importante pasa por la respuesta a este despropósito. Don Luis Carbonel, Presidente de Concapa, recuerda que «los padres tienen que saber que lo que no hagan en casa, otros lo harán sin su permiso. Los padres tenemos que formarnos y perder el miedo a hablar con nuestros hijos de sexualidad; tenemos que acudir a escuelas de padres y exigir, desde las AMPAS, que podamos ocuparnos de la formación de nuestros hijos en esta materia». Una formación para padres como la que el Foro de la Familia propone con su campaña La sexualidad sí importa, sin ningún género de duda, que busca evitar que la ideología de género cale en los menores. Así, el Foro impartirá charlas a las familias, y ya ha puesto en marcha el blog http://familiaysexualidad.wordpress.com para responder a las preguntas de los padres, informar sobre la educación afectivo sexual y aportar formación en materia de familia. Porque, como avisa Carbonel, «estamos hablando de algo muy serio: o educamos nosotros a nuestros hijos, o van a pervertir su inocencia».

José Antonio Méndez

¿Qué dicen los alumnos de estos talleres?

Quizá a los promotores de estos talleres de sexualidad les sorprenda que la prioridad de los menores no es cómo ponerse un preservativo (lo que viene explicado en cada caja de profilácticos). Juanlu Uribe tiene 16 años, estudia 4º de la ESO y su opinión sintetiza la de otros menores con los que hemos hablado: «A esta edad, lo que importa es lo psicológico, no lo físico. Eso se aprende solo, es lo natural; pero lo que te preocupa es cómo acercarte a quien te gusta, o qué pasa cuando te enamoras. Hablar de sexo con tus padres puede darte vergüenza, pero ante un problema, sé que los mejores consejos me los darían ellos».

Comunión para la misión

La conciencia de ser un pueblo con un destino común es una realidad que compartimos muchos de los que participamos, por ejemplo, en aquel encuentro de 1982 con Juan Pablo II, en el estadio Santiago Bernabéu; o en el Monte del Gozo, en 1989; o en Czestochowa, en 1991... Cientos de miles de jóvenes vivíamos la conciencia de ser un solo pueblo, una fraternidad, una sola familia.

Cuando se inició la movilización contra Educación para la ciudadanía, cientos de padres secundaron los consejos de las asociaciones que denunciamos la intromisión del Gobierno. Aunque había personas de las más dispares procedencias, de fuera y de dentro de la Iglesia, muchos de los ejemplos más heroicos y comprometidos procedían de personas que, sencillamente, respondían a un espíritu de comunión grabado a fuego durante los años de juventud. Esa comunión suscitaba una confianza firme, surgida en nuestra amistad, desde la fidelidad y la lealtad. En toda España hubo un eco sin precedentes a la totalitaria imposición ideológica del Gobierno. Del mismo modo que aquellas Jornadas de la Juventud supusieron un antes y un después en el sentir de la comunión eclesial de nuestra generación, las movilizaciones ciudadanas recientes (contra el aborto o la Ley de Educación, especialmente) han supuesto un punto de inflexión en la conciencia de misión, de responsabilidad frente a la cuestión política.
Muy recientemente, muchas plataformas de padres objetores se desvinculaban de una de las asociaciones que habían tenido protagonismo en la lucha. El motivo: el quebrantamiento de la confianza y la lealtad entre las personas, que es el criterio irrenunciable del espíritu de comunión. No es posible la misión sin la comunión. Y ésta no es una conquista de la voluntad, sino un don que recibimos de lo Alto. Lo más grande es que cientos de padres siguen luchando y afanándose en dar testimonio de la libertad. Que el error de unos pocos no ha contaminado este grito de libertad, que exige transparencia. Y esto es lo que han sabido hacer los miembros de esas plataformas: garantizar la transparencia de intenciones a los padres que pusieron su confianza en ellos. La lucha por la libertad no sólo sigue intacta, sino que se siente avivada por nuevos retos, como la Ley del aborto. La intromisión del Gobierno en la Educación sexual de los menores exige de nuevo la comunión leal que nos capacita para la misión. Para ello, unos y otros debemos luchar unidos, desde la transparencia.

Fernando López Luengos
Vicepresidente de Educación

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